El chopped y la mortadela puede que formen parte de algunos de tus mejores recuerdos. Momentos felices de la infancia, como los juegos en el parque, los chapuzones en la piscina o la media hora del recreo, cuando no existían las preocupaciones, salvo la de preguntarte, bocadillo en mano, por las diferencias entre tus embutidos favoritos. ¡Ha llegado la hora de resolver tus dudas!
Un primer paso para entender qué es el chopped es traducir esa palabra, procedente del inglés, al español: “picado”. ¿Y qué tipo de carne se pica durante su proceso de elaboración? Generalmente, cerdo —aunque también puede usarse ternera, pollo, pavo o una mezcla—, a la que se le añaden diversos ingredientes, como sal, agua, especias y aditivos, que contribuyen a su sabor y conservación. Finalmente, se cuece. Incluido dentro de la familia de los fiambres, su origen no está demasiado claro, pero se popularizó como una forma de aprovechar al máximo los diferentes cortes de la carne. ¿Has probado ya nuestro chopped en lata con un 85% de carne? Además de este, tenemos otras variedad de chopped, como el de cerdo, ternera y pavo.
La mortadela también es un embutido cocido elaborado con carne de cerdo picada. Se embute en tripa natural o artificial para darle su forma característica y, por último, se cocina al vapor o en agua caliente a temperatura controlada, lo que garantiza su correcta cocción y condiciones de seguridad alimentaria. Para saber más sobre la mortadela, tenemos que viajar a su lugar de origen, Bolonia (Italia), y repasar su historia, la cual se remonta a la época romana, donde ya se elaboraban embutidos similares. Su nombre, por ejemplo, proviene del mortero que se utilizaba para triturar la carne, aunque otra teoría lo vincula con una salchicha romana, la mortatum o myrtatum.
La mortadela es un embutido que puebla los sándwiches de medio mundo, pero a la hora de hablar de sus variedades más populares tenemos que volver a mirar a Italia:
Desde Campofrío, te recomendamos nuestra mortadela clásica, similar a la boloñesa, nuestra deliciosa variedad con aceitunas o nuestra mortadela de pavo.
Sí, no lo vamos a negar, el chopped y la mortadela se parecen —su color rosado, su forma cilíndrica e, incluso, su sabor—, pero no son lo mismo. Aunque ambos embutidos están cocidos y tienen como principal base la carne picada de cerdo, su forma de elaboración, junto a algunos de sus ingredientes, difieren. Además, la mortadela incorpora más especias. El chopped, por su parte, posee una textura más compacta, además de un sabor más ligero y menos definido. En el caso del chopped, las carnes se pican, casi se podría decir se trituran, hasta obtener una pasta, mientras que la mortadela se pica finamente para luego añadir la grasa.
El consumo de estos embutidos, como el de cualquier otro alimento procesado, debe ser moderado y parte de una dieta equilibrada. Según datos del Ministerio de Agricultura y Alimentación, ambos comparten la siguiente valoración nutricional: “El valor energético de estos embutidos depende de la cantidad de grasa y de proteína de su composición. Los hidratos de carbono están presentes en pequeña cantidad (3%), contribuyendo mínimamente al aporte energético. El contenido calórico es significativamente inferior al de otros embutidos, como el salchichón, debido a su mayor contenido de agua y a su menor aporte graso. Ambos son fuente de minerales: hierro, magnesio, fósforo, zinc, selenio y sodio.