Nos salvan ante cualquier imprevisto. Son un imprescindible en nuestra nevera y lista de la compra. Protagonistas en cualquier barbacoa o cumpleaños infantil. Ya sean como aperitivo, merienda o plato principal, las salchichas ofrecen un sinfín de posibilidades que se adaptan a cualquier ocasión y comensal. Nadie puede resistirse a su característico sabor. ¡Prepárate para descubrir porqué son las reinas de cualquier fiesta!
No sabemos si será el alimento más longevo de la historia de la humanidad, lo que está claro es que algo tienen que tener las salchichas para haber llegado a nuestros tiempos desde la antigua Babilonia. Se trata de algo tan sencillo como un embutido elaborado a base de carne picada, con forma cilíndrica y alargada. Aunque, con el paso del tiempo, es normal que haya una gran variedad en cuando a diferentes tipos de salchichas. A continuación, te contamos las principales:
La forma de elaboración más extendida de las salchichas tiene como ingrediente principal la carne de cerdo, aderezada con grasa y especias. Aunque también podemos encontrar variedades hechas con carne de vacuno, pollo, pavo o mixtas.
¿A quién no le ha dicho algún charcutero alguna vez estando de vacaciones, “esta salchicha es típica de la zona”? Y bendita recomendación, porque a nuestro paladar también le encanta viajar.
Las salchichas son una de las especialidades más típicas de la gastronomía alemana. Existen más de 1.500 tipos de salchichas distintas en el país, lo que es un gran motivo de orgullo nacional. Estas son las más reconocidas a nivel internacional:
En Campofrío somos muy de lo nuestro, pero tampoco vamos a dejar de lado un manjar solo por su lugar de origen… como demuestran nuestras salchichas alemanas Bratwurst, Bockwurst o Baviera.
Hot dog (perrito caliente): se utiliza una salchicha cocida que suele llevar una mezcla de carne de pollo y res, de textura suave y que combina con salsas como el kétchup o la mostaza, además de otros ingredientes como cebolla, pepinillos, queso rallado…
Existe una anécdota sobre el origen del nombre hot dog. Parece ser que un caricaturista presente en un partido de béisbol en Nueva York dibujó al vendedor de panecillos con salchichas que había en el estadio. Hacía mucho frío y las salchichas calientes estaban siendo muy demandadas. El dibujante no sabía cómo se escribía perro salchicha (dachshund), por lo que escribió hot dog debajo del dibujo. Aunque no sabemos si esta historia es real, lo que está claro es que el nombre ha llegado hasta nuestros días.
La principal diferencia está en sus ingredientes, ya que la salchicha de Frankfurt se realiza únicamente con carne de cerdo, mientras que la de Viena contiene una mezcla de carne de cerdo y ternera. Por otro lado, las salchichas de Frankfurt tienen denominación de origen desde 1860, por lo que las salchichas que se elaboren de forma similar pero fuera de esta región no pueden llamarse Frankfurter Würstchen sino, estilo Frankfurt.
Tal y como hemos hablado anteriormente, las salchichas frescas hay que cocinarlas antes de comerlas. Una de las maneras más sabrosas de hacerlo es asándolas, ya que potencia los sabores de las especias con las que se han aderezado. La chistorra o la longaniza son dos ejemplos de salchichas frescas españolas comunes en las barbacoas.
En cuanto a las variedades internacionales, es frecuente encontrar en las parrillas salchichas Bratwurst o Bockwurst.
También se asan otros tipos de salchichas que, aunque se puedan consumir en frío, como es el caso de las butifarras, asadas adquieren nuevos matices.
No hay una salchicha que sea mejor o peor para hacer un perrito caliente, se trata más bien de una cuestión de gustos. Aunque las salchichas más usadas sean las cocidas tipo Frankfurt o Viena, cuando cocinamos en casa podemos experimentar con nuevos sabores, por ejemplo con unas Bratwurst o unas Käsekrainer con queso cheddar, y extras, al más puro estilo alemán o americano, acompañando nuestro hot dog con cebolla frita, pepinillos, queso, aguacate, chucrut…
Si a estas alturas del artículo no resistes más las ganas de hincarle el diente a un perrito caliente, estás de suerte: en Campofrío tenemos muchas opciones deliciosas, como nuestras salchichas Frankfurt Original o Viena, para que puedas prepararte uno rápidamente.
Tanto las salchichas frescas como las tipo Frankfurt tienen beneficios nutricionales parecidos. Ambas son fuente de proteínas de alto valor biológico, esenciales para el desarrollo muscular y el crecimiento, y de minerales como el hierro, el zinc o el fósforo, muy importantes para la formación de glóbulos rojos y para mantener los huesos fuertes, entre otras funciones. También aportan vitaminas entre las que destacan las del grupo B, como la B12, y la niacina, que favorecen el metabolismo energético. Su alto contenido en sodio modera la recomendación de su consumo, especialmente para personas con enfermedades cardiovasculares o que sigan dietas hiposódicas. Aunque son una opción muy sabrosa y apetecible, se recomienda un consumo limitado dentro de una dieta equilibrada.
Y para que te corones como el mejor anfitrión la próxima vez que tengas invitados en casa, ¿qué te parece preparar unas riquísimas brochetas de salchichas con verduras o sorprender a tus comensales con una quiche de salchichas con puerros y gouda?